Ganó Brasil, pero quedó debiendo
¡Brasil, Campeón!
Los pentacampeones del mundo, Brasil, vencieron a la selección de Perú 3 a 1 y demostraron el valor de su localía en Río de Janeiro. Aunque sin demostrar el «jogo bonito» al que siempre acostumbró a los amantes del fútbol del mundo entero.
Después de una ceremonia de clausura simple y sencilla, en donde lo más vistoso corrió por cuenta de los cantantes Pedro Capó y Annita y de la entrega de la Copa por parte del jugador Matías Fernández y un grupo de niños cariocas, el encuentro no se elevó a la categoría de una verdadera final.
No fue el mejor partido para el epílogo de esta Copa América entre brasileños y peruanos. Deslucido, de rutinas y faltas, sobre todo de los cariocas, que no permitió la brillantez ni individual o grupal de las selecciones en el campo del Estadio Maracaná, en Río de Janeiro.
Los cariocas pusieron las condiciones
Pero Brasil es Brasil y, muy pronto, a los 12 minutos, comenzó a poner sus condiciones sobre el terreno al marcar el primer gol de la jornada xontra Perú en una jugada magistral de gambeta del brasileño Gabriel Jesús que asistió a Everton, quien, sin pararla siguiera, la envió al primer palo del arquero Pedro Gallese para marcar la primera anotación del juego.
Desilusión para los peruanos que sentían que el sueño que habían tejido en estos últimos días se esfumaba, después de haber eliminado a Chile, que quería revalidar el título conseguido en 2015 y la Copa Centenaria, en 2016.
Brasil, a fuerza de ejercer presión sobre la defensa de Perú y mantener la posesión del balón siempre fue superior en este periodo al equipo inca.
La claridad y la precisión en el medio campo le dio a Brasil el dominio de la pelota y la oportunidad de llegar con peligro al arco de los peruanos, aunque sin precisión.
El respiro de los peruanos
Todo hacía presentir que el marcador 1 a 0 era definitivo antes de ir a camerinos, pero no. Al minuto 40 en una proyección peruana, el brasileño Tiago Silva toca el balón con la mano y el árbitro chileno Roberto Tobón no duda en señalar la infracción, aunque el Var pidió la revisión de la jugada. Era pena máxima indiscutible.
Cobró Paolo Guerrero, el goleador peruano y, como puesta con la mano, vulneró por primera vez en todo el torneo la portería de Alisson Becker rompiendo así un record del guardameta, jugador del Liverpool, de 455 minutos sin recibir gol.
Y, para rematar, en el minuto 47, cuando el primer tiempo expiraba, una nueva jugada individual por el centro de las 18 permitió al brasileño Gabriel Jesús, colocar la pelota al segundo palo del arquero hasta vencerlo: fue el 2 a 1 parcial.
Para el segundo tiempo la situación poco cambió, aunque Perú se notó más agresivo y, por momentos, se acercó con algún peligro al arco de Becker, no logró empatar el partido. Al contrario.
Una expulsión con lágrimas
Antes del tercer gol de Brasil por obstrucción a Everton en el área, el mejor jugador del cotejo hasta ese momento, Gabriel Jesús, fue expulsado por falta contra un contrario, Segunda amarilla, roja y lágrimas del jugador brasileño que no daba crédito a la decisión arbitral.
Minuto 88. Cobró Richarlison y convirtió. Fuerte y al palo derecho del arquero. Brasil acarició otra copa y consiguió su título número 9 en este torneo continental que en su próxima versión, la XLVII, se realizará en dos sedes simultáneas: Colombia y Argentina
Brasil campeón y los hinchas que asistieron al legendario Estadio Maracaná se levantaron al unísono para ovacionar a la selección pentacampeona del fútbol mundial.
Campeones sin convencer
Aunque siempre fue favorita para ganar este torneo, la selección brasileña no había convencido del todo a su hinchada que, en los primeros encuentros clasificatorios no asistió como se quería a acompañar al equipo.
Todo fue muy distinto en la final. El estadio se llenó y abrazó este nuevo título de la selección brasileña, además del de goleador del campeonato, Everton, que consiguió tres anotaciones en el certamen y una asistencia; del arquero Allison, premiado como mejor arquero del torneo solo con un gol en contra durante toda la competencia, y el mejor jugador de la Copa, Dani Alves.
La Copa América tuvo una final inédita. Nadie se esperaba que Perú llegara a la instancia a la que llegó y máxime cuando el propio Brasil ya le había ganado 5 a 0 en la fase de grupos.
Por eso se dice que fue un evento deportivo repleto de sorpresas que dejó en el camino a favoritos de la talla de Uruguay, Chile, Argentina y la misma Colombia que se fue del torneo sin perder un solo punto, con cero goles en contra, pero a quien Chile eliminó en los tiros desde el punto penal después de empatar 0 a 0.
El balance de la Copa no fue el mejor
Fue un torneo que estrenó el VAR y que en el contexto latinoamericano recibió todas las críticas. Unas a favor y otras en contra. Pero fue definitivo para decidir el marcador final de muchos de los encuentros disputados en los distintos estadios del territorio brasileño.
En el evento se criticó la actuación de grandes jugadores que en esta oportunidad no brillaron en su desempeño. Neymar no llegó ni a jugar por lesión. Messi lució solo, perdido y abandonado en su equipo y jamás logró mostrar su quintaesencia y sus capacidades. Luis Suárez se dio el lujo de errar el penal con el que su equipo Uruguay fue eliminado. Y Falcao García, el delantero colombiano, que vagó por la cancha en los partidos que jugó sin que nadie se diera cuenta de que existía.
Fue una Copa América con un nivel futbolístico muy bajo al de pasadas versiones. El promedio de gol no colmó las expectativas, las figuras no brillaron, no se dio un encuentro memorable… pasará a la historia sin pena ni gloria. Tal vez por lo único que la recuerden es que fue la Copa en la que expulsaron por primera a Messi en un partido de campeonato.
Brasil ganó, sí: US$11.500.000 dólares en premio, un partido final, una copa más, un título también… El noveno en su cuenta. Pero, la verdad, quedó debiendo mucho más de lo que consiguió: quedó debiendo buen fútbol.
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