Hay prodigios en el fútbol; existieron, existen y existirán… por siempre: de Pelé a Maradona, pasando por el gran Garrincha, el no menos grande Di Stefano y cientos más. Pero hay uno ahora que, sin miedo a equivocaciones, está rompiendo todos los pronósticos de los expertos en el tema del fútbol: Kylian Mbappé, el francés al servicio, por ahora, del Paris Saint Germain. Está hecho de material de estrellas.
Sus goles, sus regates, sus sprint, sus arranques, sus magistrales jugadas son el deleite de los enamorados del considerado deporte de multitudes: el fútbol.
Todo esto lo fabricó desde muy niño el pequeño Mbappe en las calles del XIX Distrito de París y hay quien se atreve a asegurar que hasta lo haría cuando apenas estaba en la panza de su madre, y ya la selección gala conseguía un Mundial, con Zinedine Zidane y Thierry Henry a la cabeza.
Mbappé: Una niñez que prometía demasiado
En septiembre del 2011, el pequeño Kylian empezó a jugar por el Centro Técnico Nacional Fernand Sastre, que es un Centro de Alto Rendimiento, uno de los doce que tiene la Federación Francesa de Fútbol.
Ahí reclutaron a los mejores niños que vivían en los suburbios. Ahí fueron preparados Thierry Henry y Anelka.
Por las mañanas estudiaba en el instituto y por las tardes entrenaba. Los fines de semana regresaba con su familia y podía jugar por su respectivo club.
Un entrenador lo definió así por esos años: “Es desequilibrante en el regate. En el uno contra uno gana siempre por velocidad. Maneja los dos perfiles y es muy rápido, En el contragolpe es devastador. Mata en el área”.
Físico de joven adolescente
Tiene el físico de un adolescente. En lo físico, en lo técnico y en lo táctico, es un superdotado. Es el segundo jugador más joven que ha integrado una selección francesa, el primero fue Marvan Winsniewski, en 1955.
No es de extrañar por esto, que este muchacho haya roto, a sus apenas pasados 21 años, todos los records… y los que le faltan.
Tiene potencial para ser grande de verdad. Por eso enamoró a los franceses y a los amantes del fútbol mundial.
El más joven de todos
Con 16 años y 347 días de nacido se convirtió en el jugador más joven en debutar en la liga francesa con el Mónaco. Y con 17 años y 62 días hizo su primer gol, anotándose también el título del más joven en convertir.
Fue el 20 de febrero de 2016 en la victoria por 3-1 sobre el Es Troyes; esto supuso una nueva marca en la historia de la entidad monegasca, superando de nuevo el récord de Thierry Henry.
Su velocidad para desmarcarse no tiene referentes de similitud. Su capacidad para encararse con sus adversarios, en el mano a mano, es única e indiscutible. Sabe siempre quedar bien parado dentro del área a la hora de definir.
Un dato no menor ni menos importante: casi todos sus goles los convirtió tocando la pelota una sola vez, es decir, sólo tocándola para que entrara en el arco.
El mejor promedio de gol
Hace unos meses consiguió el record de tener el mejor promedio de gol por minuto, empatando con Lionel Messi, con un tanto cada 82 minutos.
Por si fuera poco, otro de sus números es el de mayor efectividad: convirtió el 32.4% de las ocasiones de gol que se le sirvieron, contra el 19.5 del argentino. Un fenómeno.
La UEFA lo nombró, en 2017, uno de los jugadores revelación de la temporada. Por la misma fecha fue galardonado con el premio Golden Boy como mejor futbolista europeo menor de 21 años, obteniendo la puntuación histórica más alta de dicho premio.
En récords se enfrenta a Pelé
Es el futbolista más joven en marcar en la final de un Mundial de Fútbol desde Pelé, en 1958.
El 14 de diciembre de 2016 convirtió su primer hat-trick en la élite, en la victoria por 7-0 sobre el equipo Stade Rennais, en los dieciseisavos de la Coupe de la Ligue.
Fue el primer jugador del Mónaco en lograrlo en dicha competición desde que lo hiciera Sonny Anderson, en 1997.
Grandes logros, pero también derrotas evidentes
El 7 de octubre de 2018, Mbappe marcó cuatro goles por primera vez en su carrera, en apenas trece minutos, en la victoria 5-0 ante el Olympique Lyon. Fue un Poker estelar.
El 21 de abril anotó un hat-trick al Mónaco que le permitió alcanzar los 30 goles en Ligue 1, algo que no hacía ningún futbolista francés desde Jean Pierre Papin, en 1990.
Por su país, ha participado en tres mundiales: sub 17, sub 19 y en la mayores.
En la primera, en la temporada 2014-15, sus cifras reflejaron poca cosa, pero a los dos años con la Sub 19 de su país su escalada fue apoteósica.
Jugó 10 partidos, hizo 7 goles y asistió 1. Con Francia, para el Mundial de 2018, en Rusia, y después de él, jugó 33 partidos, convirtió 13 goles e hizo ocho asistencias.
En su participación en clubes, estas estadísticas se dispararon: entre 2015 y 2018 con el Mónaco jugó 60 partidos, convirtió 27 goles e hizo 16 asistencias.
Con el París Saint Germain, entre 2017 y 2018 jugó 87 partidos, marcó 60 goles y produjo 33 asistencias. Es una verdadera máquina… un prodigio del fútbol.
A junio pasado, ya marca más de 100 goles en su carrera…
Es un verdadero niño del fútbol que, en su habitación, además de los afiches de su ídolo Cristiano Ronaldo que decoran su habitación desde que era niño, acumula los recuerdos sobre su técnico estrella: Zinedine Zidane.
También los trofeos de tres Ligas, una Copa, una Copa de Liga, una Continental y un Mundial. Siete en total… con 21 años
Todo esto sin contar sus distinciones individuales: Incluido en el Equipo del Torneo del Europeo Sub 19, en en 2016.
Fue jugador del mes de la Ligue 1, en las temporadas 2016-2017, 2017-2018 y 2018-2019; Incluido en el Equipo del Año de la Ligue 1, en 2016-2017, 2017-2018 y 2010-2019.
También Mejor Jugador Joven del Año por la UNFP en las tres últimas temporadas.
Después fue incluido en el Equipo Ideal de la Liga de Campeones en 2016-2017 y nominado al FIFA/FIFPro World XL, en 2016-2017.
Fue Premio Golden Boy, en 2017; nominado al Balón de Oro, en 2017 y 2018; MVP contra Perú en la Copa Mundial de Fútbol 2018 y, de nuevo, MVP contra Argentina en la Copa Mundial de Futbol 2018.
Lo nombraron Mejor Jugador Joven de la Copa del Mundo y Premio al Mejor Jugador de la Liga UEFA, MVP, contra Perú, en la Copa Mundial de Futbol 2018, en Rusia.
De Donatello al Meteórico Mbappé
Para terminar, si es que esta lista terminará algún día, fue premiado como parte de Equipo del Año de la IFFHS; Trofeso Kopa y Mejor Jugador Sub-21 del mundo. Además fue Jugador frances del añoo, en 2018 y Mejor Jugador del Año por la UNFP en 2018-2019.
Y la lista de triunfos «menores», continúa. Es un fenómeno que no quiere y nadie podrá parar por el momento.
Lo ‘bautizaron’ con un nuevo apodo: ‘Donatello’. En un bus, en un recorrido del equipo en uno de tantos partidos, a alguien se le ocurrió llamarlo así, y así lo dejaron.
Él, con su madurez no hizo caso alguno, pero así lo dejaron con cariño.
Para Mbappe no importó convertirse en el símil de uno de los personaje del cómic y de la película «Las Tortugas Ninja».
Lo bautizaron también como «el meteórico Mbappé» por su velocidad en la cancha, es la joven promeda de Francia.
Títulos son los que le han dado: es el más jugador más joven en alcanzar los diez goles en la Champions, y lo hizo en menos de un año, ya con el Mónaco había marcado seis en una temporada anterior.
Apenas tenía 18 años y 11 meses, dos años más joven que Cristiano Ronaldo, entonces delantero del Real Madrid, hoy de la Juventus italiana.
En esa clasificación también superó a otros cracks como Messi , Raúl y Saviola que llegaron a 21 años y 3 meses, además de Rooney, de 22 años.
Mbappé se convirtió en el futbolista más joven en marcar en una final mundialista desde Pelé.
Unas palabras que lo hicieron histórico
«Es mejor apuntar a la luna. De esa manera, si fallas, llegarás a las nubes».
Esas palabras tan seguras hacen que toda Europa hable de él, a toda hora. Las dijo en una tarde de trascendencia espiritual hacia su mejor hobbye: el fútbol.
En Luzhniki, el atacante del PSG se convirtió, a sus 19 años, seis meses y 23 días, en el segundo futbolista más joven en marcar en la final de un Mundial.
Desde Pelé, que firmó un doblete con 17 años, ocho meses y seis días en Suecia 1958 dándole el título a Brasil ante el anfitrión (5-2), no había un goleador de menos edad en una final de una Copa del Mundo. Y ya pasaron 61 años.
Todo el mundo futbolístico opina de él.
La estrella francesa nació en Bondy, corazón del extrarradio de París marcado por la precariedad y la marginación, donde el fútbol se veía como un ascensor social.
De sus padres, habría que dedicar un capítulo entero para hablar de ellos y de sus antepasados deportivos, pero fueron buenos con el niño récord de record.
«Mbappé es un héroe de la ‘banlieue’, es decir un prohombre del suburbio de una gran ciudad como París. Solo que hay una gran diferencia… lo respetan y lo quieren, y él se deja querer.
“Hay que mantener la cabeza fría”, dice Bourassi, entrenador que lo conoció de cerca y el autor de estas palabras, recordando al futbolista. “Como hace Mbappé cuando le comparan con Pelé”.
«Kylian nació dentro del fútbol», aseguraría después en entrevista. Él es dinamita pura. Potencia suprema, como ya casi no se ve.
Lo caracteriza la humildad… la sencillez lo marca
«Recuerdo que cuando Mónaco salió campeón fue el único jugador en la cancha que no tenía un celular durante la celebraciones. Todos los demás estaban celebrando y él fue el único que se fue a dormir. Eso es lo que lo hace grande.»
Afirma que fue un pequeño niño que amaba el fútbol y respetaba a la gente. «Eso es lo que le damos a nuestros niños aquí. Ama su pueblo, ama su club, todavía habla de eso hoy. Siempre está pensando en nosotros y cuando tiene la oportunidad de ver a los pequeños lo hace. Por eso es que mucha gente lo quiere, porque es muy sencillo».
Fue un joven con la madurez de una persona de 40 años cuando hablaba. Esa era su personalidad. Generoso, respetuoso y cuando llegaba a s pueblo de origen seguía siendo siempre el muchacho de Bondy.
Le sobra el talento al pequeño parisino. Es una perla con que suspira casi toda Europa.
«Un movimiento que solía hacer de niño todavía lo sigue haciendo: la bicicleta. Era su marca personal de chico. Lo hacía desde los siete años de edad. Por eso
Fue el mejor jugador que he visto en los 15 años que llevo dirigiendo aquí. Nadie se le ha acercado. En París hay muchos talentos pero nadie con uno como el de él. Él era lo que nosotros llamamos, un craque (el mejor)».
Un bajo con una alta técnica
De pequeño siempre fue bajo, pero con la técnica y la visión del juego que la mayoría de los niños no tenía. Por eso es que cuando se le veía después todos se daban cuenta de los maravillosos sentidos con los que contaba y cuenta.
Tiene ojos en la nuca, sabe como anticipar… hacia dónde va a ir la pelota. Es único. Ni Messi, ni Cristiano… le llegan a las pelotas. La historia, muy pronto, lo corrroborará con pruebas de su valía.
«Aquí nunca jugó en la edad que le correspondía, siempre lo hizo con niños mayores porque no tenía sentido dejarlo con los de su edad. Simplemente se aburría».
Refiriéndose a su capacidad goleadora, el entrenador también afirmó:
«Físicamente eso fue difícil porque era pequeño, pero tenía el talento que suplía la diferencia. Era un fenómeno y de repente creció. Recuerdo no haberlo visto por un tiempo y cuando nos encontramos otra vez era tan alto como yo», dijo su entrenador.
Él es sinónimo de velocidad, regate, potencia, control, toque y disparo. Todo en uno. Es magnífico. Pocos nacieron como él.
Mbappe fue, es y será una joya del mercado del fútbol, oro en bruto, diamante en potencia y perla única y demasiado escasa.
El perfil del súper futbolista
Nombre: Kylian Mbappé Lottin
Nacimiento: 20/12/1998
Lugar: Bondy, Francia
Altura: 1.78 metros
Peso: 73 kilos
Debut: 2/12/2015. En Mónaco.
Dorsal: 29
Portada: Pexels