DE LA PREOCUPACIÓN A LA TRANQUILIDAD
Estonia acumuló una nueva derrota de cara a la Eurocopa 2020. Los locales no pudieron frenar a una Selección Alemana que jugó con un hombre menos y sudó más de lo esperado.
El elenco dueño de casa llegaba a la octava fecha de las eliminatorias luego de empatar en un compromiso sin emociones cuando enfrentó a Bielorrusia. Por su parte, la ‘Mannschaft’ anteriormente superó por dos a cero a su similar de Irlanda del Norte.
Cerca de 15.000 personas dirían presente en las graderías del A. Le Coq Arena. El equipo dueño de casa salía dibujando un 4-1-4-1. Karel Voolaid pretendía poblar las zonas criticas del campo, compactar la defensa y poblar la mitad de la cancha priorizando la seguridad.
Joachim Löw modificaría sustancialmente la alineación inicial. Dentro del 4-2-3-1 destacaba la presencia de Neuer por encima de Ter Stegen. Cabe recordar que días atrás, el timonel de los campeones del mundo en 2014, anunciaba que, en el amistoso ante Argentina, el encargado de defender el arco sería el portero de Barcelona. Pero, que contra Estonia iba a ser el turno del uno del Bayern.
Adelante Marco Reus como media punta ejerciendo en ocasiones de armador, y Waldschmidt solo en punta. Con la idea de mantener un mismo estilo, Löw centraba las arremetidas por las bandas para sorprender con transiciones rápidas, profundizar hasta la línea de fondo y acumular gente en ataque.
Del banco a las duchas
Georgi Kabakov, central búlgaro daba el pitazo inicial para que el balón rodara sobre el terreno de juego. No había transcurrido un cuarto de hora cuando las malas noticias cayeron sobre la visita.
Emre Can está teniendo una temporada para el olvido, el actual jugador de Juventus no supera las cuatro presencias en Liga Italiana. De hecho, pareciese no estar en los planes de Maurizio Sarri ya que siempre ingresa desde el banquillo.
Como si esto no fuera suficiente, el teutón lejos de aprovechar la oportunidad con la camiseta de su país, vivió una noche negra en Tallin.
El número 23 efectuaba como central en compañía de Süle, de repente en una jugada aislada intentó salir con pelota dominada con la desgracia de que esta se le fue larga por lo cual salió a cortar. Llegar a destiempo tendría como consecuencia cometer falta sobre Frank Liivak. Acto seguido, Can recibía tarjeta roja, hora de ir al camerino.
La expulsión del hombre de la vecchia signora se convirtió en una de las más tempranas en un partido oficial clasificatorio del torneo de selecciones más importante del viejo continente.
Un dato adicional, el antecedente más cercano remite al diez de septiembre de 2003, en aquella ocasión Edgar Davids dejaría a la naranja mecánica con diez hombres frente a República Checa.
A reacomodar las fichas
Con la superioridad numérica, Estonia aprovechó y puso sobre las cuerdas a la visita. Konstantin Vassiljev y el protagonista de la roja, comandaban la embestida. Se recargaron de agresividad y entusiasmo para generar daño. No obstante, la falta de contundencia y quizá de individualidades desequilibrantes, impidieron que se fuera arriba en el marcador.
Dada la situación, el seleccionador alemán replanteó enviando a Joshua Kimmich a tapar el hueco en la zaga central. Dicha decisión sería fundamental en el desarrollo de los primeros cuarenta y cinco minutos. La seguridad volvería a la primera línea.
Cambio de roles
Para la etapa complementaria la historia iba a ser diferente. Quizá conscientes de su poderío los bávaros salieron con otra mentalidad. Pareciese que aprendieron la lección luego del sufrimiento.
El onceno teutón comenzó a manejar el ritmo del partido quitándole el protagonismo a los anfitriones. Ante la ausencia de Tony Kroos por lesión, emergería un héroe. Ilkay Gündogan comandó el medio campo a su gusto.
Al 51 Kai Havertz asistió a Gündogan para que este disparara, el balón rebotó con fortuna en el pie de Reus y se coló en el arco. De esta forma Alemania tomaba la ventaja.
Cunado Estonia apenas se recuperaba del golpe, caería el segundo gol. De nuevo el autor del primero amargaría a los deVoolaid. Esta vez con un remate seco desde la media luna.
Ya sin nada que perder, la selección de Estonia se desordenó y fue por el descuento. Situación que favoreció a la ‘Mannschaft’. Inconforme con el doblete, el mediocampista del Manchester City quería más. El nacido en Gelsenkirchen y de origen turco filtraría para Wegner quien sin posición alguna venció la humanidad del cancerbero Sergei Lepmets sellando el 3-0 definitivo de un partido cambiante en el que al final prevaleció el más fuerte.
Declaraciones de los protagonistas
«Por supuesto que la tarjeta roja complicó el juego, primero tuvimos que recuperarnos. En el descanso ideamos un plan para vencer a Estonia». Comentó Niklas Süle defensor del Bayern Múnich.
Manuel Neuer, guardameta bávaro puntualizó:
«Jugamos con uno menos tras un cuarto de hora, por lo que todo fue más difícil. Por eso el desempeño no me parece malo. Era cuestión de tiempo para que llegaran los goles y finalmente lo logramos».
Timo Werner, quien milita en Leipzig expresó:
«Fue un partido difícil después de la tarjeta roja. Considero que merecíamos la victoria. Jugamos bien durante grandes periodos y creamos oportunidades».
Entre tanto, Joachim Löw Director Técnico de Alemania también se pronunció en rueda de prensa:
«Nos costó porque Estonia se paró bien. Pero, en el segundo tiempo el equipo jugó bien. Toda la semana no fue fácil para nosotros, debido a todos los lesionados hubo que improvisar”.
Finalmente, Karel Voolaid estratega al frente de Estonia se mostró inconforme:
«Sin duda los goles dieron paz y tranquilidad a los alemanes. En el medio tiempo, hablamos sobre mantener el ritmo que teníamos. Sin embargo, hicimos algunos movimientos demasiado rápidos”.
«Si tomamos la otra mitad de la segunda parte, nuestro espíritu de lucha se mantuvo, queríamos regresar, desafortunadamente ellos demostraron su potencial y lo nos rompieron».
“Realmente quería un gol, para el equipo, para el público, para los fanáticos. Creí que podríamos obtener algo de valentía a partir de ahí. Me alegro de que los atacantes lo intenten. No me voy contento porque mi deber es exigir más de los jugadores».
Lo que viene
Tras el triunfo la selección de Alemania se ubica segunda del grupo C detrás de Holanda con los mismos puntos. En la siguiente jornada el cuadro bávaro recibirá a Bielorussia con el objetivo de conseguir tres puntos más que lo acerquen a la cita continental que se llevará a cabo en 2020.
Por su parte, Estonia que es último de su zona con apenas una unidad y siete partidos jugados chocará precisamente contra Holanda en Ámsterdam. Si bien la tarea es titánica, el combinado de Voolaid seguramente querrá dar el golpe y sumar la primera victoria y así tener al menos una alegría porque para llegar a la Eurocopa, deberán esperar algunos años más.
Portada: Reuters