Rayos 0 - La Máquina 0 - El VAR 2
Necaxa y Cruz azul se fueron en blanco en un extraño duelo que terminó 0-0.
Pocos se explican lo que pasó ayer en Aguascalientes en el primer partido del Apertura 2019 de la Liga BBVA MX entre el Necaxa y el Cruz Azul.
Para muchos fue ¡una “var”baridad! lo que se vivió ayer en esas tierras hidrocálidas.
Fue el partido más extraño del mundo. De esos que es muy difícil que se repitan en la vida.
El VAR fue el protagonista en el duelo entre Necaxa y Cruz Azul, en detrimento de un resultado valioso para cualquiera de los dos equipos.
Pero ni el videoarbitraje logró romper con la paridad. Un final de 0-0 que resultó, si se quiere, mentiroso y no dio cuenta de lo que se vivió sobre el césped del Estadio Victoria, que esta vez no vio tal cosa.
Volvió a rondar el fantasma sobre el Cruz Azul
Para el Cruz Azul, el fantasma de no ganar en Aguascalientes seguirá rondando por ahora. Es como una maldición y en esta oportunidad no fue distinto para los celestes.
Y es que desde 2009, La Máquina no logra conseguir tres puntos en La Victoria. En este campo, ella siempre les ha resultado muy esquiva.
Por eso, esta primera prueba rumbo a la construcción de la novena estrella volvió a fracasar y el nuevo sistema VAR tuvo mucho que ver en eso.
Un juego previo con un resultado diferente
Solo hacía seis días Necaxa y Cruz Azul se habían enfrentado. Fue el pasado domingo en la disputa de la Supercopa MX, en el Dignity Health Sports Park de Los Ángeles, y a la vez inicio de la temporada 2019-2020 del fútbol mexicano.
Allí, los cementeros del Cruz Azul consiguieron un nuevo título en su palmarés al golear por 4-0 a Los Rayos de Necaxa en la definición de ese torneo.
Se vieron de nuevo las caras y el resultado le benefició a los azules. Ayer no pasó igual. Todo fue una voltereta extraña del destino y ni sombra del juego anterior.
Las improvisaciones acabaron en La Máquina
La continuidad en el esquema del director técnico Pedro Caixinha prevaleció y, aunque presentaron cuadro de lujo, el mismo con el que ganaron la Supercopa MX, esta vez no les funcionó.
De inicio se presentó en la cancha el defensor paraguayo Juan Escobar, mientras a Guillermo Fernández, el flamante nuevo número “10” azul, le tocó esperar su turno en el banquillo.
Renovación de los locales
Por parte de Necaxa esta vez hubo renovación total de la alineación de hace algunos días.
Habían perdido un trofeo, pero los tres puntos como local e iniciar el certamen de gran manera era la prioridad.
La alineación del estratega Guillermo Vázquez cambió.
Esta vez los jugadores refuerzos Mauro Quiroga, Maxi Salas y Juan Delgado estuvieron en el once inicial.
El encuentro se inició con gran intensidad, a pesar de un retraso de ocho minutos por cuestiones televisivas. Las emociones regresaron al estadio Victoria.
Bajo la lluvia y con una buena afición
Bajo la lluvia desde el silbatazo, los equipos intentaron ir al frente, contando con el apoyo de la afición que hizo una gran entrada a las tribunas del escenario de Aguascalientes.
«Los Cementeros» del Cruz iniciaron mejor. Querían repetir la hazaña anterior y saltaron al terreno de juego con la firme convicción de darle una alegría más a su afición.
El jugador más incisivo de los visitantes fue Milton Caraglio. El delantero argentino lo intentó de izquierda y también de cabeza, pero el peligro siempre fue bien sofocado por el portero Hugo González que estuvo en su día.
Para ambos conjuntos era complicado atravesar la media cancha con facilidad y mucho menos llegar a zona peligrosa, ya que la marcación fue muy estrecha.
El partido comenzó movido y prometía
El remate más peligroso se dio con balón quieto. Corría el minuto 12.
Un remate de Yoshimar Toyún consiguió rematar raso y de larga distancia, tras un tiro indirecto cobrado por «La Máquina», que permitió, por abajo, el lucimiento del portero Hugo González. Este, con una gran atajada, evitó la anotación.
La afición celeste hizo lo suyo. Fue mayoría en el inmueble de Aguascalientes, lo hicieron de ellos y repitieron sin cesar el estribillo de: “Para ser campeón, hoy hay que ganar”.
Los azules insistieron, sin embargo, fracasaron en los variados intentos que tuvieron.
Primera jugada polémica
Pero la persistencia puede dar frutos valiosos.
El peruano Yoshimar Yotún, del Cruz Azul, ingresó al área y fue derribado con una aparente obstrucción.
No lo dudó el árbitro Jorge Pérez Durán y decretó el tiro penal, ante el reclamo de la afición.
Y entonces fue cuando comenzó a aparecer el que sería el protagonista de la jornada: el VAR. Por su dictamen, el árbitro cambió la decisión. ¡No hubo pena máxima!
El videoarbitraje fue el villano para los capitalinos.
Entre la lluvia y la falta de precisión
El tiempo transcurrió, la lluvia cesó en tierras hidrocálidas, así como la diversión. El juego se centralizó, con un ligero dominio azul, que nunca se reflejó en el marcador.
Para la segunda parte, Los Cementeros aumentaron las revoluciones de su máquina.
Los primeros minutos fueron de incertidumbre.
En un primer episodio, minuto 48, Edgar Méndez fue derribado por una falta de Alexis Peña del Necaxa, pero el árbitro no marcó nada.
Vuelve y «juega» el VAR
En este encuentro, el VAR volvió a intervenir y corrigió una vez más la decisión arbitral y lo decretó.
El encargado de cobrarlo fue Milton Caraglio, para Los Celestes, pero el arquero González logra detenerlo.
Hay un contrarremate que Méndez aprovecha para perforar la red del Necaxa.
La tribuna estalla de felicidad, la misma que, casi de inmediato, apaga el árbitro al anular el tanto por invasión, antes de tiempo, del español.
Fue otra decisión que avaló el VAR. El gol se negó otra vez en el Victoria.
Tampoco El Rayo electrocutó. Solo fue una chispa inofensiva, ni siquiera inquietó a Jesús Corona, guardameta de los visitantes azules.
Otro penal… otro fallo
Sin embargo, en el primer descuido de la zaga celeste, pagaron la penitencia. ¡Otro penalti! Esta vez a favor de los locales y tras falta contra Maximiliano Salas que es jalado en el área por el Cata Domínguez: penal y roja para el defensor. Todo se volvió ¡pura dicha! para los rojiblancos.
Cobró el mismo Salas y manda la pelota a la tribuna. Muy alto. Demasiado. Tampoco por el otro extremo del Victoria se hacía posible la celebración
Y eso fue todo. El juego terminó después de tres minutos de reposición. Ni Cruz Azul ni Necaxa pudieron hacer efectivas sus respectivas oportunidades frente a la portería y repartieron unidades.
Necaxa no brilló. Cruz Azul manejó el partido y la tenencia del balón pero se quedó con las ganas del gol y ahora solo le resta viajar a Estados Unidos para un nuevo reto ante Chicago Fire en otro torneo: la Leagues Cup.
Lo que quedó como evidencia
Son varias las conclusiones:
El VAR se volvió protagonista e incidió en el marcador.
Al árbitro Pérez Durán le faltó personalidad.
El esfuerzo físico de ambos, tanto del Necaxa como del Cruz Azul, equipos superó el futbolístico y los errores no estuvieron ausentes.
Faltó definición… tino… puntería… precisión.
La Máquina esta vez no funcionó. Y, el local, El Rayo, se electrocutó a sí mismo.
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