Liverpool le bailó hasta Rock and Roll al Norwich City
El campeón de la Champions, Liverpool, goleó 4 a 1 al Norwich City, en la fecha 1 de la Premier League, en Anfield.
Se puede decir de esta manera: para el Liverpool, el partido que inauguró la disputa de la primera fecha de la Premier League versión 2019-20, en Anfield, contra el recién ascendido Norwich City fue un verdadero baile… un paseo, que pudo terminar peor.
De esta manera arrancó la Premier League tal y como la dejó en su versión anterior, con una goleada ante el Norwich City, 4 a 1, para mostrar el favoritismo de su candidatura a esta versión.
Muy fácil resultó el cotejo para los Reds, que fueron apoyados con trapos, banderas y pancartas de miles y miles de fanáticos que colmaron el estadio y no cesaron nunca de corear y cantar por su equipo del alma, y en una competición doméstica que, en su nuevo formato, no han podido ganar nunca.
Inauguraron el VAR… con problemas
Liverpool y Norwich City se vieron las caras en el choque inaugural de la temporada 2019-20 de la liga inglesa, que tuvo como novedad el uso del VAR, aunque con dificultades al inicio de la segunda parte del juego, cuando el partido no empezó en el tiempo reglamentario por problemas con el intercomunicador del juez central.
En una primera parte que fue, por lo demás vertiginosa, los de Jürgen Klopp, el entrenador de los Rojos, dejaron sentenciado el encuentro en apenas media hora.
El primer tanto de la temporada tuvo el honor de hacerlo un jugador del Norwich, pero en propia puerta, tras jugada magistral e inteligente de Origi.
El balón, que se dirigía al centro del peligro del área chica, golpeó en la pierna de un contrario y cambió de rumbo hacia el arco, descontrolando al arquero.
Grant Hanley introdujo el balón en su portería apenas a los siete minutos de juego.
Goles locales muy rápidos
720 segundos más tarde, el bota de oro del año pasado, Salah, inició su cuenta en la Premier 2019/20 y aprovechó una combinación con Roberto Firmino para batir, por bajo, a Tim Krul, guardameta del Norwich.
La goleada en la primera parte pudo ser aún mayor de no ser por Krul, quien con acertadas atajadas, salvó a los suyos de irse con una verdadera vergüenza al tiempo de descanso.
El 3-0, antes del fin de los primeros 45 minutos, fue obra de Virgil Van Dijk a la salida de un córner y el 4-0 definitivo y presagioso fue todo de Divock Origi, cuando cabeceó una asistencia perfecta de Trent Alexander-Arnold.
Solito… se lesionó el arquero Becker
La mala noticia para el Liverpool fue la lesión de Alisson Becker, que se tuvo que marchar ayudado por los asistencias de campo tras un saque de arco en el cual cayó de mala manera bajo su arco. Fue pura mala suerte a los 39 minutos del juego.
Le sustituyó el español Adrián San Miguel, que con su entrada, marcó así su debut con los ‘Reds’ en la misma semana en la que había firmado por el cuadro de Klopp. El público aplaudió su entrada al terreno de juego.
Se puede decir que fue un tiempo extraño porque aunque la goleada era evidente y se podía presentar un final todavía más abultado para lo que restaba del encuentro, no decía mucho de lo había pasado en esos 45 minutos iniciales.
Los rivales tuvieron sus oportunidades
Era cierto que el Norwich se había llevado a camerinos los goles del Liverpool en contra… y demasiados para pensar en una remontada, pero no se habían quedado quietos en la cancha.
En ese tiempo insistieron más que el propio Liverpool que ayer vio en la suerte una gran aliada, pero las mejores oportunidades fueron para los visitantes… solo que no fructificaron a su favor.
Con el triunfo en sus arcas, la segunda parte fue mucho más de control por parte del Liverpool, que tal vez ahí comenzó a encontrar la esencia futbolística que le es característica y que permitió ver que, en cuanto apretaba sus líneas, hallaba la ocasión de marcar más goles.
El gol del honor de los rivales
Ya no se le dieron. Al contrario, fue el Norwich el que hizo el del honor por medio de Teemu Pukki, quien se convirtió así en el primer finlandés en marcar en la Premier desde Sami Hyypia en 2008.
Además, el público esperaba un regalo del entrenador Klopp y éste se los dio. Determinó que Sadio Mané que venía de una de lesión entrará al campo de Anfield.
Solo a minutos de éste comenzar a moverse, el Liverpool recuperó del todo su identidad y probó porqué fue el campeón de la Champions League de la versión pasada.
Liverpool va con todo… ya dio un paso
Con su actuación amarró los primeros tres puntos de la temporada, y ya le puso presión a sus rivales, demostrando desde ahora, que es firme candidato a alcanzar este título de la Premier, que es de los pocos que le faltan.
Le ha resultado muy esquivo por cierto. Ya puso la nota muy alta, ahora será muy difícil que lo detengan. Sus rivales tendrán que dar mucho para detenerlo.
El Liverpool no ha perdido el trazo en su regreso a la Premier, tan reconocible como siempre tras su etiqueta de campeón de Europa.
Existen motivos para ilusionarse en Anfield después de pasar por encima de un Norwich algo bisoño e inocente.
A corregir algunos errores
La de ayer fue la mejor manera de abrir este torneo inglés a un firme aspirante a destronar al City.
Ahora, fue muy exigente consigo mismo, estuvo consciente de que cualquier error, incluso ahora en agosto, puede costarle caro luego. Pero Klopp, sin embargo, se encargó de mantener la atención.
De seguro, al técnico alemán no le gustaron algunos momentos del juego y algunos balones que se cantaban con goles pero que resultaron un homenaje al desperdicio.
Pensará tal vez que fueron detalles que podrían parecer irrelevantes con un choque resuelto desde muy temprano y hasta una señal de que cada gol es decisivo. Pero debe hacer ajustes.
Sin prisas
El Liverpool resolvió sin ciertas prisas y, hay que decirlo, sin apenas despeinarse.
Para los que se aferran a las estadísticas, el tanto de Hanley en propia meta, pudo resultar la peor manera de empezar un torneo de la importancia de éste. No tenían registros de que alguna un autogol comenzara una Liga de tanto prestigio
Pero fue solo eso… una situación desafortunada y hasta azarosa. Un simple rebote inoportuno tras un centro de Origi que le dio la primera ventaja al cuadro local.
A partir de ahí, todo resultó demasiado sencillo para los locales… fue como sentarse a esperar y luego recoger la siembra. Casi un abuso del aspirante a ganar la liga ante el recién ascendido.
Pegaron primero y bailaron hasta Rock and Roll
El Liverpool pegó primero porque hace tiempo no sabe jugar a otra cosa. Tiene a un Klopp desde el área técnica que «jala y jala por su equipo.
Sin recursos para salir de la presión, el Norwich solo fue voluntarioso con el balón pero débil y sin demasiados refuerzos tras alcanzar la máxima categoría.
Si Anfield fue una pesadilla para el Barça el 7 de mayo de este año, en semifinales de la Champions, más aún tenía que serlo para el cuadro de Daniel Farke, el técnico visitante.
El Liverpool la tuvo ayer tan fácil contra Norwich City, que parecía bailando Rock and Roll en propia cancha.
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