PÁLIDO DEBUT DEL REAL MADRID COMO LOCAL
¡VALLADOLID Y UN PUNTO DE ORO EN SU ENCUENTRO CONTRA EL REAL MADRID!
En su debut por liga como local, el Real Madrid dirigido por Zinédine Zidane, ante la mirada atenta en las tribunas de su presidente Florentino Pérez y uno de los mayores ídolos del club, el fenómeno Ronaldo, ingresaban al campo con un 4-3-3. Courtois en el arco, Casemiro, Kroos e Isco en el medio campo, teniendo como máxima novedad el regreso del colombiano James Rodríguez portando el numero dieciséis en la espalda, después de su paso por el Bayern Múnich donde estaba a préstamo.
Por otro lado, se hizo notoria la ausencia del croata Luca Modric, la presencia del gales Gareth Bale de quien se comentaba saldría de la institución al comenzar la temporada, y un Eden Hazard fuera de convocatoria en la plantilla merengue por una lesión que aqueja en el recto anterior de la pierna izquierda.
Por su parte el conjunto visitante formó con un 4-4-2 con Sergi Guardiola como estandarte después de lograr una victoria ante el Betis en la primera fecha de LaLiga.
Posesión sin posición
Durante el primer tiempo el dominio del Real Madrid fue contundente, administrando el ritmo de juego sin desequilibrar atacando por las bandas por medio de Marcelo y Carvajal, James Rodríguez quien más allá de estar ubicado inicialmente como extremo izquierdo, flotaba en tres cuartos de cancha tratando de conectar con el medio campo, apareció en cuatro oportunidades de gol. Bale rápido y punzante, mientras Karim Benzema “el gato” francés, tuvo la acción de gol más clara al minuto treinta y siete.
La gran mayoría de los cuarenta y cinco minutos iniciales se jugaron en treinta metros. Mientras el Valladolid resistía tratando de sorprender contragolpeando, Real Madrid insistía mostrando un estilo plano similar a aquel que lo llevó a conquistar de forma consecutiva la UEFA Champions League, destacándose por ser contundente y los chispazos de magia por parte del portugués Cristiano Ronaldo quien hoy en día hace parte de la Juventus de Italia.
REAL MADRID VS VALLADOLID: SEGUNDO TIEMPO
Con la temperatura rondando los treinta grados centígrados, una afición expectante y la obligación de sacar los tres puntos en casa comenzaba el segundo tiempo. Para sorpresa quizá de muchos, Valladolid salió con una actitud diferente. A los pocos minutos de reiniciar el partido el equipo estaba más decidido a buscar la epopeya en tierras ajenas. Sin embargo, eran mayores las ganas que el fútbol.
Al cincuenta y seis queriendo dar el primer golpe y aumentar la preocupación en la defensa rival, “Zizou” decide hacer el primer cambio o más bien el primer error. Se despide el goleador del mundial de Brasil en 2014 envuelto en aplausos para darle su lugar a la joven promesa Vinicius Junior ubicándolo como extremo.
¿Por qué error? Pues bien, si hubo algo que no le salió al director técnico de la casa blanca, fueron los cambios. Inicialmente con el arribo del delantero carioca se buscaba alguien quien encarara, gambeteara ganara en el uno contra uno para abrir espacios. Pero, contrario a ello y sin generación de futbol y con un notorio bajón en el rendimiento individual y colectivo, Junior más allá de aportar se dedicó a jugar solo.
Con la preocupación en aumento y el reloj de enemigo, es tiempo de quemar otra nave. Sale Isco de discreto rendimiento durante la segunda mitad e ingresa Jovic para que sobre el papel los merengues tengan cuatro atacantes, desafortunadamente el hecho de tener más delanteros no es garantía de poder ofensivo ni mucho menos de gol.
ÚLTIMOS QUINCE MINUTOS FRENÉTICOS
La tranquilidad en el resguardado por el belga Courtois era una constante durante el desarrollo del partido ya que el Valladolid no pasaba de media cancha y se resguardaba como un tigre cazando para en cualquier momento dar el zarpazo sobre la presa. Pues el momento del aviso llegó y fue al minuto 75 cuando en una transición rápida y teniendo superioridad numérica, Waldo Rubio hizo un remate potente que el portero ex Chelsea y Atlético de Madrid contuvo despejando el balón hacia un costado.
Poco después el grito de gol de los visitantes se ahogaba tras la acción que increíblemente se perderían debajo del arco gracias a un movimiento descoordinado de los delanteros porque, aunque pareciese imposible, entre ellos se incomodaron enviando el esférico al saque de meta.
Ahora bien, como dirían quienes conocen del fútbol “Las oportunidades ante los grandes se deben aprovechar” y es que en tres minutos en el estadio Santiago Bernabéu se pasó de la impotencia a la alegría; Benzema tras hacer un control perfecto remata ubicando la pelota al lado del palo sin que el portero Masip pudiese evitar el tan esperado primer gol del partido para darle la ventaja al Real Madrid, que si bien llegó debido a una jugada individual de otro partido, daba la tranquilidad para conseguir tres puntos importantes para comenzar con pie derecho las aspiraciones al título.
El verdugo
Al cambiante y vertiginoso final le hacía falta un ingrediente, o más bien un apellido. Guardiola. Sí, Guardiola. Quizá uno de los menos queridos por todos aquellos cercanos a la casa blanca. No obstante, en esta ocasión no tiene relación con Barcelona, se trata de Sergi Guardiola, quien en el ocaso del encuentro y junto con la complicidad de Tony Kroos amargó la fiesta al poner el 1-1 en el marcador, logrando un punto de oro para los dirigidos por Sergio González.
A instantes de que el colegiado González Fuertes diera el silbatazo final, ingresó Lucas Vásquez, pero poco pudo hacer y se sumó a una realidad. Los cambios esta vez no sirvieron. Fueron poco productivos y no ayudaron a cambiar la cara de un partido discreto caracterizado por pases verticales, remates desviados y centros apresurados.
Con el empate conseguido en condición de local, Real Madrid actualmente es tercero con cuatro puntos a dos del líder Sevilla. Mientras, Valladolid se ubica en la cuarta casilla por diferencia de gol.
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