ESPANYOL REGRESA A EUROPA TRAS DOCE AÑOS DE AUSENCIA
La previa
El conjunto español llegaba con veinte partidos sin conocer la derrota en Europa. El último choque entre las dos escuadras terminó a favor de los albiazules.
En el RCDE Stadium veinte mil hinchas fueron testigos de un vibrante encuentro. Los ucranianos consiguieron la ventaja rápidamente. Kochergin culminó un contra golpe letal para poner el 1-0.
Los locales con el nerviosismo a flor de piel, no encontraban soluciones. Salir jugando con el balón al piso generaba más dudas que seguridad. Entre tanto, los visitantes corrían a lo largo y ancho de la grama llenos de energía convencidos de que un segundo gol acabaría con las ilusiones del combinado catalán.
Ya en el segundo tiempo, la contienda sería a otro precio. Tras un centro preciso Ferreyra les daba el empate a los pericos. Más adelante con un Zorya replegado en el área, el colegiado decreta pena máxima para Espanyol. Sin embargo, ante la mirada atónita de todos, Granero desperdició el cobro.
Tratando de dejar a un lado lo sucedido el Espanyol continúo atacando. Tres minutos después Javi López conseguiría el anhelado 2-1, su tercera anotación en 257 partidos jugados después de siete años sin marcar.
Finalmente, Vargas pondría el 3-1 definitivo de una remontada sufrida. Pero, en el partido de vuelta las cosas no serían más sencillas.
Esta vez el escenario cambiaba. Pero el rival sería el mismo. La cita para definir la serie de los play off de la UEFA Europa League, era en Ucrania.
A noventa minutos de la clasificación
Las puertas del Metallurh Zaporizhia se abrirían a las 21 horas locales para que más de quince mil espectadores presenciaran Zorya Luhansk vs RCD Espanyol.
El conjunto local paraba en el terreno de juego un 4-1-4-1 Budkivskiy como hombre solitario en punta. La idea de juego estaba clara, evitar un gol en contra y salir en contra ataque aprovechando la talla del delantero y la velocidad de los extremos.
Por su parte, los pericos dibujaban un 4-3-3. Esquema que fue utilizado en el partido de ida y que funcionó para contener los embates de Zorya.
Granero, Marc Roca y Darder, los encargados de distribuir la pelota en el medio campo. De ellos dependía la salida del equipo y la creación para llegar a la portería defendida por Shevchenko.
El pitazo inicial llegó y con el balón en marcha, comenzaron los noventa minutos finales. Con el marcador en contra, los ucranianos salieron a proponer.
Cuando el reloj en el estadio apenas marcaba diez minutos de juego, llegaron los primeros sustos. Budkivskiy y Kochergin ponían a prueba los reflejos del cancerbero Diego López, quien, sin dejarse contagiar del nerviosismo transmitido desde el banco, respondió a la altura evitando el primer gol del encuentro.
Como si se tratase de una recreación del primer duelo, los locales al ataque. La presión alta, los pases filtrados y la sensación de amenaza eran constantes.
Tras veinte minutos recorriendo el largo y ancho del campo, el tanque comenzó a vaciarse.
Aunque Zorya continuaba amenazando sin el mismo ritmo, Espanyol conseguía acomodarse mejor.
De pronto, sucedía lo inexplicable. La red se infló y el balón estaba adentro. El silencio en el estadio reflejaba lo sucedido.
Ferreyra impactó de cabeza un centro desde la derecha, gol para los pericos, asombro en los ucranianos. Con 4-1 en el global se terminaba el primer tiempo.
Segundo tiempo a todo o nada
De vuelta en los camerinos solo quedaba descansar, analizar los errores y mantener los aciertos tácticos y estratégicos llevados a cabo durante los 45 minutos iniciales.
Con la vuelta de los equipos, se esperaba que los dirigidos por Gallego salieran con más confianza. No obstante, los de Zorya volvieron determinados a esquivar la eliminación.
Un error en defensa de los visitantes, como ya había sucedido días atrás, prendió las alarmas. Lednev con la portería en frente y Diego Lopéz como único obstáculo, cobró.
Sin muchas posibilidades de detener el remate, el sonido del esférico ingresando a la portería y los gritos de gol en Metallurh se escucharon al unísono. La voz en el estadio anunciaba el 1-1 parcial.
Habiendo conseguido el empate, el empuje desde las tribunas parecía no tener limite.
Los minutos avanzaban y el juego se tornaba cortado, eran más ganas que cualquier otra cosa.
Las imprecisiones por lado y lado no permitían que alguna de las escuadras dominara. A treinta del final un terremoto desde Barcelona, sacudió a los presentes. Vargas, una de las nuevas caras, quien también se hizo sentir en los noventa minutos iniciales, enterró las ilusiones del Zorya.
Marc Roca fue el encargado de asistir al argentino, quien solo tuvo que ubicar el esférico lanzando un misil dejando parado al portero ucraniano.
Ya con un contundente 5-2 en el marcador general, la tranquilidad del Espanyol era notoria. Simplemente bastaba con cerrar la faena porque la tarea estaba hecha.
Cuando se acercaba el termino del partido Rusyn puso el 2-2 que, si bien ya no afectaba el desenlace, daba a sus compañeros la consolación de la menos no perder ante su público.
Cumplido el tiempo de adición, el rumano Radu Pretescu indicaba que la contienda era historia.
Mientras unos se abrazaban llorando de alegría por seguir en competencia, los otros cabizbajos, se preparan para afrontar una nueva temporada y buscar la clasificación la temporada siguiente.
Terminaron doce años de espera
Aquel verano de 2006 fue la última vez que Espanyol dijo presente en la UEFA Europa League. Hoy, doce años más tarde, regresan al segundo torneo de clubes más importante en el viejo continente.
El conjunto catalán hará parte del grupo H. Ferencvaros, CSKA Moscú y Ludogorets los rivales a vencer.
Cabe resaltar que el equipo dirigido por Gallego, oficializó días atrás las incorporaciones tanto de Agustín Calleri, como de Corchia. Sin duda, dos contrataciones que le permitirán al conjunto albiazul fortalecer sus aspiraciones en la Liga de Europa, torneo en el cual tienen la mira puesta.