Los rojos cazaron con goles a los dragones.
El Cliftonville y el Barry Town estaban en deuda con todos después del partido de ida. Con un empate a cero goles, las esperanzas se depositaban todas en este cotejo que definiría un cupo más de los siete de la primera ronda clasificatoria de la UEFA Europa League.
El partido de hoy, que se disputó en el estadio Solitude, de Belfast, donde el equipo norirlandés jugó como local, tenía que ser diferente… y lo fue. En este sobraron los goles para el equipo local.
El Solitude es uno de los campos de fútbol más antiguos del mundo. Fue inaugurado en forma oficial en 1890 y fue sede de varias primicias deportivas durante los 128 años que se sucedieron al servicio deportivo de la zona de Belfast y sus alrededores. El primer penal en el fútbol internacional se realizó ¡y se perdió! allí. Hoy esto no pasó. El estadio vibró con cuatro goles de los locales.
¿Favorito en la cancha? Uno… los anfitriones, Los Rojos, como los llaman sus seguidores. Por muchas razones.
Primero, porque, quiérase o no, como cabeza de serie, se trajo un empate valioso de tierras galesas como visitante.
También, por el acompañamiento de su afición que abarrotó un estadio con capacidad para 5.442 espectadores que alentaron entre cánticos y música a su equipo rojo. Y, por último, porque el pasado cercano avalaba su rendimiento: como local ganó sus últimos seis partidos y solo empató uno.
Un equipo antiguo y de tradición
El Cliftonville Football Club es un club de fútbol norirlandés del norte de Belfast entre los más viejos de Europa. Fue creado el 20 de septiembre de 1879 y juega en la actualidad en la NIFL Premiership. Es el club más antiguo de Irlanda del Norte, y celebró su 130º aniversario en 2009.
Pues toda esa casta y tradición la sacaron a flote hoy.
En un partido de garra y empuje derrotaron al no poco conocido Barry Town United que, aunque por momentos intentó volcar el encuentro a su favor, sucumbió muy pronto ante el Cliftonville y no pudo hacerlo.
El marcador final marcó un contundente 4 a 0 que en nada se parecía al insípido 0 a 0 del partido de ida en el estadio Jenner Park Stadium ubicado en la ciudad de Barry, en Gales.
Se encontró, sin sospecharlo, con un planteamiento muy estratégico de parte de su adversario del partido de ida: defensa fortalecida y excelente ataque. Si el «primer tiempo» que ambos equipos disputaron la semana pasada en territorio galo se caracterizó por la falta de sorpresa y escasas llegadas al arco… este no lo fue.
Después de 25 minutos de puro trámite en el que Cliftonville fue claro dominador de la pelota y del juego, vino el primer gol.
Para pocos fue sorpresa. Se veía venir.
McMenamin, tras una oportuna y hábil asistencia desde el tiro de esquina de Dohertin, depositó el balón contra las piolas venciendo al arquero rival Lewis. Nada que hacer.
De ahí en adelante el equipo local siempre estuvo más cerca de la segunda anotación que «Los Dragones» galeses del empate. Y llegó a un minuto de terminarse el primer tiempo tras pase cruzado de Curran que el jugador Gormley no desperdició para inflar de nuevo la red adversaria.
Para el segundo episodio del juego poco cambió el panorama. El Cliftonville fue el de la iniciativa, el del buen toque, tratamiento, distribución y manejo de la pelota. Esto, por obvias razones, tenía que capitalizarse en el marcador.
El epílogo de un triunfo aplastante
Pero no fue de inmediato. El Cliftonville, muy tranquilo, llegó en forma repetida y con peligro al arco de sus rivales del Barry Town, y a punto estuvo de marcar en dos ocasiones: minuto 57 y 73.
Y tanto fue el cántaro al agua, hasta que se rompió. A ocho minutos de la finalización del partido, minuto 82 y 84, el Cliftonville vivió su mejor momento y por partida doble.
Un par de goles más con solo dos minutos de diferencia entre ambos. McDermott y Donelly, tras jugadas individuales de Curran y Gormley, respectivamente, sellaron la victoria roja sobre unos Dragones que esa tarde no atemorizaron a nadie ni con lenguas de fuego… o buen fútbol.
Se apagaron, simplemente se apagaron. Y así se fueron cabizbajos al camerino, con las alas plegadas, con una derrota apabullante bajo sus patas y un tiquete aéreo de regreso a Gales… No volando por sus propios medios. La UEFA Europa League se había acabado para ellos.
Para los Rojos, no. Para ellos apenas comenzaba la fiesta. Ya tenían asegurado uno de los siete cupos a la primera ronda clasificatoria de la Europa League y lo que venga después de ahí solo será ganancia.
Así finaliza este juego entre el Cliftonville y el Barry Town, 4 a 0.
Fue un juego bonito, limpio si se quiere, pues el árbitro Fyodor Zammit, solo mostró dos cartones amarillos, uno por bando. Primero a Cotterill, del Barry y luego a Bagnall, del Cliftonville, aunque los locales cometieron 15 faltas, contra seis de los contrarios.
Trabajo duro que dejó recompensas
Paddy Mclaughlin, entrenador de Los Rojos, debe haber salido feliz del estadio. Lo había expresado en entrevista de los últimos días a periodistas.
«Desde el sorteo, sabíamos que no era probable que hubiera demasiado entre nosotros y que ambos juegos serían muy competitivos».
Y agregó: «Hemos hecho todo lo posible para averiguar lo más posible sobre ellos y estoy seguro de que han estado haciendo lo mismo para ver qué pueden aprender sobre nosotros».
El D.T afirmó también que no veía a ningún equipo compitiendo por delante del otro en la ida. Sabía que iba a resultar apretado el duelo, pero estaba feliz de terminar la ronda en casa, en el Solitude, donde ganar se le hacía más fácil y las estadísticas así lo demostraban.
«Sería genial traer la corbata a casa e intentar hacer el trabajo frente a nuestros propios fanáticos. Ante todo, tenemos que trabajar tan duro como sea posible», dijo.
Pues no se trajo la corbata anudada al cuello del todo de territorio galo, pero el nudo lo terminó y lo pulió hoy, con un triunfo inobjetable.
«Trabajamos duro para llegar a Europa y, ahora que estamos aquí, queremos hacerlo bien. Estos jugadores nunca han sido tímidos en trabajar duro. Lo han hecho desde el momento en que entré por esa puerta. Si trabajan así espero que obtengan sus recompensas por eso». Ya lo hicieron. Hoy son unos Rojos capaces de vencer hasta dragones.
Portada: http://cliftonvillefc.net/