UE Engordany vs FC Dinamo Tbilisi

El Dinamo Tbilisi es una máquina de energía y de goles

Publicado por: Wilson Dario Daza Restrepo

Para el UE Engordany era casi un imposible vencer, como local, a un equipo tan potente y con tantos pergaminos en su libro histórico de existencia como el Dinamo Tbilisi.

Máxime cuando éste último ya lo había derrotado en el partido de ida en Georgia, con un contundente 6 a 0.

Un marcador que sellaba, salvo que ocurriera un milagro, su paso a la siguiente fase clasificatoria de la UEFA Europa League, al antiguo equipo soviético.

No fue tan sencillo esta vez para los hombres del Dinamo que se encontraron con un conjunto que, sobre la grama del Estadi Comunal d’Andorra la Vella, intentó poner las condiciones, el empuje y la garra para intentar cambiar la historia.

Desgaste e intentos infructuosos en los arcos

Pero no pudo, pasaron los minutos… Vino la charla técnica del entretiempo, y el reloj comenzó a gastar los minutos del segundo tiempo, sin que el Engordany o el Dinamo vulnerara los arcos.

Solo intentos y lucimientos de los arqueros que, poco a poco se convirtieron en protagonistas de peso en la cancha.

Verdaderas murallas que no permitían gozar de lo más preciado del fútbol… los goles.

Pero tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe e imperó la tradición, el prestigio, la historia, la del Dinamo, la de los visitantes.

El Dinamo, equipo que vivió sus años adolescentes en plena Segunda Guerra Mundial y fue protagonista de primer orden de ese conflicto bélico, rompió los cerrojos del Engordany.

El único tanto del encuentro Engordany-Dinamo, fue marcado por los visitantes cuando el partido entraba en los estertores: minuto 81.

Un gol que selló la historia del partido

Abdel Jalil Zaim Idriss Medioub, un defensa marsellés de 1.97 metros de estatura y 85 kilogramos de peso disparó con la derecha desde el centro del área a la esquina superior izquierda del arco defendido por el arquero local Gerardo, que nunca pudo llegar a la pelota.

Con ese único gol, el Dinamo vencía al Engordany como visitante.

Ya con un 0 a 7 en contra en el marcador global, para Engordany todo se volvió un sueño inalcanzable, un imposible; para el Dinamo, en cambio, era volver a revivir viejas hazañas y glorias pasadas.

Era como devolverse en el tiempo y recordar cuando el Dinamo Tbilisi era considerado uno de los clubes más prominentes en el fútbol soviético. También era uno de los principales contendientes en la Liga Superior Soviética casi inmediatamente después de su creación en 1936.

En medio de vientos de guerra que recorrían las fronteras europeas y asiáticas, el club formaba parte de una de las sociedades deportivas más importantes de la entonces URSS, la Dynamo de toda la Unión.

Esta tenía varias otras divisiones además del fútbol y era patrocinada por el propio Ministerio de Asuntos Internos de la Unión Soviética. 

Un pasado de glorias teñido, a veces, por la derrota

El pasado del Dinamo Tbilisi tuvo citas muy gloriosas y otras que no lo fueron tanto.

Su fama más reciente, y ya independizado y perteneciente a la nueva Georgia ubicada entre las fronteras de Asia y Europa, la comenzó a labrar cuando ganó la Copa de Ganadores de la Copa, en 1981.

En esa oportunidad superó al FC Carl Zeiss Jena, 2 a 1, en una final en la ciudad de Düsseldorf. 

Hoy puede decir con orgullo que es el único club con sede en Georgia que ha levantado un trofeo en esa competición europea. 

Por él hablan grandes y famosos jugadores que, a lo largo de su historia, pasaron por sus filas cuando el club todavía pertenecía a la Unión Soviética.

Entre ellos se puede nombrar a: Boris Paichadze, Avtandil GogoberidzeShota Lamanidze, Mikheil Meskhi, Slava Metreveli, Murtaz KHurtsilava y Manuchar Machaidze.

También sus seguidores recuerdan a David Kipiani, Vladimir Gutzaev, Aleksandre Chivadze, Vitaly Daraselia, Ramaz Shengelia y YTengiz Sulakvelidze. 

Después de su independencia de la URSS

Después de la ruptura de la Unión Soviética, el equipo «produjo» más tarde a algunos de los mejores jugadores georgianos de épocas más recientes como Temur Ketsbaia, Shota Arveladze, Giorgi Kinkladze, Kakha Kaladze y Levan Koviashvili.

Dinamo Tbilisi fue uno de los pocos equipos en la Liga Superior Soviética, junto con Dynamo Kyev y Dínamo Moscú, que nunca fue relegados.

Su entrenador más famoso fue Nodar Akhalkatsi, quien condujo al equipo a alcanzar el título soviético en 1978, a ganar dos Copas Soviéticas en 1976 y 1979, y la ya referida Copa de Ganadores de la Copa de la UEFA en 1981. 

Se le recuerda, además, porque fue uno de los tres entrenadores de la Selección Nacional de Fútbol de la Unión Soviética durante la Copa Mundial de la Fifa en 1982

Dinamo Tbilisi también fue campeón de la Liga Georgiana en 16 oportunidades fue y 13 veces campeón de la Copa de Georgia, según los registros actuales.

Sus hinchas aman este equipo hasta el borde de la idolatría

No es gratuito que los intereses del Dinamo siempre hayan estado dirigidos a tener uno de los estadios más grandes y reconocidos del mundo. Desde que su historia comenzó como club, en otoño de 1925, la Sociedad Deportiva Dinamo se dispuso a formar un club de fútbol.

Era una época en que el fútbol se estaba convirtiendo en uno de los deportes más populares del mundo… pero necesitaban una gran sede.

Establecieron en 1927 un club junior llamado «Norchi Dinamoeli», «el Joven Dinamo», y con éste le brindó a los jugadores sénior muchos futbolistas jóvenes hábiles.

De este equipo se ha gastado mucha tinta

Una popular revista francesa, France Football, escribió: «El Dinamo tiene grandes jugadores».

Su técnica, habilidades e intelecto de juego nos permiten nombrarlos como los mejores representantes orientales de las ‘tradiciones de fútbol sudamericanas».

Si Dinamo pudiera participar en la UEFA Europea, la Copa, estamos seguros, pondrían fin a la hegemonía de los equipos hispano-italianos «.

El club fue referido como el «Gran Equipo» entre 1976 y 1982, caracterizado por un estilo de juego móvil, rápido y técnico.

Creció la fiebre, se potenció el estadio, aumentó la hinchada

La construcción del Estadio Dinamo comenzó en otoño de 1929, aunque el proyecto se suspendió. Pero se renovó en 1933 y se terminó el 12 de octubre de 1935. Contó con la presencia de 23,000 espectadores. 

En 1960–1962, fue reconstruido y el número aumentó a 36,000. Después de la reconstrucción, el estadio se inauguró oficialmente el 27 de julio de 1962.

La demanda de un estadio nuevo y más grande aumentó debido al exitoso desempeño de Dinamo Tbilisi.

Fue en el momento comunista, cuando todos los problemas tenían que ser resueltos por el órgano supremo del gobierno de la URSS. 

Medió el Gobierno

El líder y el primer secretario del Partido Comunista de Georgia, Eduard Shevardnadze, convencieron al funcionario de Moscú de que Georgia necesitaba un estadio más grande y mejor para los partidos en casa. Para cuando se construyó, tenía la tercera capacidad más grande en la Unión Soviética.

En 1995, el estadio pasó a llamarse Boris Paichadze National. Es el hogar de la Selección Nacional de Fútbol de Georgia.

Un equipo que brilla con luz propia

Con antorchas encendidas, 80,000 fanáticos vinieron en 1981 para felicitar al equipo por su triunfo en la famosa Copa de Europa.

Hoy volverán a llenar su estadio para ver como su equipo sigue avanzando con luz propia, energía y muchos goles por los estrechos caminos de la UEFA.

 

Portada: Live.ge

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